5/05/2007

La cerveza del seicientos

Poco a poco, al parecer fruto de una particular campaña de marketing que vende nostalgia de la vieja ciudad de Barcelona, recuerdos de épocas preteritas de España o una exquisita imagen de marca (hoy en día difícil de igualar), se ha ido reintroduciendo por la ciudad de Barcelona, la Moritz.
La cerveza, ciertamente, es superior a brebajes más o menos alterados químicamentes, tan comunes en la dieta local. Pero la mayor curiosidad es, que si bien es una marca histórica de la ciudad y así sus dueños actuales la revindican, se fabrica integramente en Zaragoza.
La propia marca no oculta este hecho, si bien defiende cierto pedigrí local como que el agua para su producción no es del Ebro, sino que es acarreada directamente del Montseny (?), o que el proceso de producción es medianamente "artesanal" y fiel al original.
La nueva paradoja es que la antigua fábrica de la marca, ubicada en el Raval desde sus primeros días, ya no se dedicará, por consiguiente, a la fabricación de cerveza (?) si no que va a acabar convertida en oficinas y, mira tu por donde, en un centro de ocio (¿les suena?), diseñado por el arquitecto de fama y proyectos globales: Jean Nouvel.
Al parecer tener una cerveza de calidad tiene su precio, ¿o no?
Sin duda cada vez es menos cierto aquel dicho de que Barcelona trabaja... Barcelona no es más que un gran parque temático cool.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

y no siempre cool

 
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