10/16/2007

Las "Experiencias" en la revista MU

Un artículo sobre el proyecto "Experiencias con un desconocido". Aparecido este mes de octubre'07 en la revista MU:

Mi corazón latiría a tope

Sobre la serie de performances: “Experiencias con un desconocido. Bondage & Disciplina, Dominación/Sumisión o simular que somos malos”.

High o Low culture
Sonia Gómez (La Sènia, Tarragona, 1973) es una de esas coreógrafas e intérpretes que no se pueden quedar mucho tiempo quietas. Con una formación en prestigiosas escuelas de Cataluña y Bélgica y una sugerente carrera en la danza contemporánea, en 2005 subió, a pesar de su nula formación teatral a su madre, Rosa Vicente, a un escenario para poder compartir juntas el hecho de ser quienes son, de donde vienen, y para hacer esa justicia poética que todos en un momento de nuestra vida debemos hacer con nuestros padres o nuestros hijos. Surgió “Mi Madre y Yo” que desde entonces, no han parado de girar y triunfar por los escenarios de todo el mundo desde Berlín a Río de Janeiro. El éxito no oculta la profunda reflexión que la pieza lleva a cabo sobre quien ocupa y quien debe ocupar los escenarios o los espacios artísticos. Todo un garrotazo a lo Mortadelo y Filemón a la “high culture”.

Género e identidad
Sonia Gómez muestra una marcada responsabilidad como creadora. Sus propuestas artísticas siguen la estela de artistas como Valie Export o Marina Abranovich, y en las tablas quiere ser más ícono que monito de feria, como ella dice. En cada proyecto nuevo aporta su bagaje, su técnica y vocabulario teatral, pero sobre todo nos asalta con agudas reflexiones sobre conceptos como la identidad, el gender surfing, la performance o lo real y la ficción.

Experiencias con un desconocido”, su última propuesta, es una performance de ella y con ella. Todo parte del encargo de un cliente que también es activo en la creación, para ofrecer un trabajo investigación / creación privado y personal a un solo individuo, de sexo varón y desconocido.

Éstos, desde ahora denominados “clientes”, escogieron dentro de un catálogo previo a través de la web de Sonia: www.soniagomez.com, la naturaleza de su Experiencia. Allí te podías encontrar sugerentes epígrafes del tipo: “Forma: Mujer encapsulada en un cuerpo atlético, o Lectora: La voz. Variedad infinita. Conversación, -Performativa: Una chica que provoca situaciones pintorescas, -Femenino: La chica de la película. Reconstrucción del objeto deseo. -Club-company-dancer: Una discoteca. “Elegant Gogó”. -Shopper: Recorridos relacionados con la sociedad de consumo. Llevo tus bolsas de la compra. Compras chics, compras específicas.”

Love will tear us apart again
Los clientes fueron interrogados, sorprendidos y activados por las propuestas de Sonia Gómez. Realidad, complicidad, inteligencia, agilidad, fuerza, destreza, control, conocimiento, respeto, fragilidad o personalidad fueron puestos a prueba. El cliente contrató una Experiencia para crear y participar con Sonia Gómez en una pieza a su medida. Todas las situaciones que vivieron juntos deberían tratarse como un acto exclusivo juego entre lo real y lo fingido, es decir artístico y por lo tanto único. La mentora proponía sin complejos la siguiente máxima: Todo es arte, tú eres arte… Judith Butler es la teórica que de manera más sistemática ha analizado las implicaciones del performance de género. Para ella, el género no es una esencia dada, sino una categoría materializada mediante el performance; no hay identidad esencial, sino que se crea mediante los actos mismos. El resultado es un giro inesperado en la dinámica de la interacción entre dos personas, una confrontación con la definición de arte y, finalmente, una disolución entre real y lo representado. El dramaturgo norteamericano Mose Hayward, concluye sobre las “Experiencias con un desconocido”: "Juguetean con la fascinación de un mundo dónde todo está a la venta, hasta las personas; puedes adquirir a una persona, alquilar a una persona, y no sólo una persona sino una artista, una artista que crea obras, y la obra que está creando es específicamente para tu consumo, es una experiencia con un vocabulario teatral, con iluminación, sonido, personajes, vestuario, un guión, pero es una experiencia personal, una experiencia que pasará en tiempo real, una experiencia que luego desaparecerá”. Por David Rodríguez

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